12 de mayo de 2025. Efectivos del Equipo Territorial de Policía Judicial de la
Guardia Civil de Almansa y del Área de Investigación de la misma localidad, en el
marco de la operación “HUMBERT”, han detenido a siete personas, como presuntas
autoras de 110 delitos de robo con fuerza en interior de domicilios, mediante el
método conocido como “bumping, así como por otro de pertenencia a organización
criminal.
Algunas de las personas detenidas, de nacionalidad colombiana, con edades
comprendidas entre los 19 y los 42 años de edad, ya contaba con numerosos
antecedentes policiales por hechos similares a los investigados.
Actuaciones
Las investigaciones se iniciaron en el mes de julio de 2024, al detectarse varios
robos en domicilios habitados de las localidades albaceteñas de Almansa y
Caudete, en los que los autores, aprovechando la ausencia de sus moradores,
accedían manipulando las cerraduras de las puertas mediante la técnica del
“bumping”, sustrayendo joyas, efectos electrónicos, dinero en efectivo y otros
artículos de alto valor económico.
El inicio de pesquisas puso de manifiesto un denominador común en todos los
robos, ocupaban siempre la misma zona, en unas franjas horarias similares,
resultando ser la mayoría de las cerraduras de las viviendas forzadas de unas
determinadas marcas comerciales cuyos kits de apertura eran de fácil adquisición
en Internet e incluso en portales de compra-venta entre particulares.
Llegaron a robar dos veces en la misma vivienda
En Almansa los agentes de la Guardia Civil llegaron a enumerar 24 robos con fuerza
en viviendas y 4 en Caudete, predominando los domicilios donde vivían personas de
avanzada edad. Destacar el robo cometido en un domicilio de una familia donde
fueron sustraídos relojes de marcas de alta gama y joyas por valor de 93.000 euros.
La actividad de este grupo delictivo era frenética, llegando a robar hasta dos veces
en un mismo domicilio de Almansa y cometer hasta tres robos con fuerza en un
mismo día, efectuando los desplazamientos desde una localidad alicantina,
circunstancia que resultó determinante para centrar la principal línea de
investigación.
Tras una compleja investigación policial se logró identificar a los miembros de la
organización y más tarde investigar sus movimientos y el de los vehículos que
utilizaban para su actividad delictiva, pudiendose comprobar que también actuaban
en localidades de las provincias de Alicante, Valencia y Murcia, adoptando medidas
de todo tipo para dificultar los seguimientos policiales.
Registros y efectos intervenidos
En la última fase de la operación se practicaron cuatro registros domiciliarios en
Alicante, donde la Guardia Civil intervino los siguientes efectos:
1.100 euros en efectivo, 33 relojes, 29 piezas de joyería, 15 teléfonos móviles
de alta gama, 5 tablets, 4 videoconsolas y 5 bolsos de reconocidas marcas
comerciales.
Todos los efectos recuperados por la Guardia Civil estaban valorados por sus
propietarios en 93.000 euros, algunos de los cuales ya se encuentran en su poder.
Efectos sustraídos y rápidamente puestos a la venta
Según pudieron conocer los investigadores, la mayoría de los efectos sustraídos
eran vendidos en Alicante, tanto en joyerías, como en establecimientos de compra-
venta de oro o de artículos de segunda mano. Otras veces eran ofertados y
vendidos directamente a otras personas que previamente se los habían demandado.
En uno de estos establecimientos, la Guardia Civil consiguió recuperar cuatro lotes
de joyas compuestos por once piezas de oro y un reloj que fueron vendidos por uno
de los detenidos. En la misma inspección se pudo verificar que días antes, la misma
persona, había vendido otros tres lotes de joyas, que no pudieron ser recuperadas,
ya que habían sido fundidas al transcurrir el plazo legal del depósito.
Grupo organizado
Los seis detenidos conformaban una red delictiva perfectamente organizada y
estructurada, cuya actividad delictiva era desarrollada en grupo, aunque en
ocasiones sus miembros actuaban de forma autónoma.
Cada componente cumplía con una misión específica y concreta, girando todo en
torno a su jefe o líder, experto en cerrajería, el cual ostentaba el control de todo el
grupo. Este era el que elegía el día de comisión de los robos, realizaba el reparto de
las ganancias obtenidas, y junto a un “subjefe” u hombre de confianza marcaban
previamente los pisos que iban a ser robados, a los cuales llamaban “pisos señales”.
Otro componente les apoyaba en la obtención de la información previa de los pisos
y en el transporte y venta de los efectos sustraídos, un cuarto realizaba las
funciones de conductor de los vehículos, y los dos restantes eran los encargados de
la vigilancia en el exterior de los inmuebles, que permanecían escondidos en los
rellanos o escaleras de las plantas para observar directamente los movimientos de
los residentes y comunicar el momento idóneo de perpetrar los robos.
Modus operandi
Los detenidos accedían a los portales de los pisos mediante el resbalón de la
cerradura, o bien, llamaban reiteradamente a los porteros de los pisos haciéndose
pasar por trabajadores de empresas de mensajería, telefónica, etc., generando
confianza en los vecinos que les abrían la puerta del edificio.
En otras ocasiones, para seleccionar las viviendas utilizaban a los miembros
femeninos del grupo, las cuales, portando carpetas o kits de encuestas llamaban a
los timbres simulando repartir publicidad o solicitar datos para encuestas, y caso de
que no hubiese moradores lo comunicaban inmediatamente a los miembros del
grupo.
Una vez se cercioraban de la ausencia de moradores procedían sin emplear apenas
fuerza a la apertura de las cerraduras de las viviendas mediante la técnica de
cerrajería de la “llave bumping”, logrando en unos pocos minutos acceder a la
misma sin dejar señal visible de forzamiento o manipulación.
Cuando las puertas disponían de cerraduras anti-bumping o sistemas de anclaje
similares fracturaban el escudo y el cilindro de la cerradura, para posteriormente
realizar la apertura con herramientas especiales.
Esclarecidos 110 delitos de robo con fuerza en viviendas
Con la desarticulación de esta organización criminal se han logrado esclarecer 110
delitos de robo con fuerza en domicilios habitados, que los detenidos perpetraron en
las localidades albaceteñas de Almansa y Caudete, en las alicantinas de San
Vicente de Raspeig, Gata de Gorgos, Villena, Elda, Novelda, Guardamar del
Segura, Teulada, y Alicante, en la valenciana de Gandía, y en las murcianas de
Cieza, Alcantarilla y Murcia.
Efectos pendientes de reconocimiento
Los efectos recuperados, todavía sin identificar, se encuentran a disposición de las
posibles víctimas afectadas por los robos en el apartado (Efectos recuperados
operación HUMBERT) de la siguiente web:
https://www.guardiacivil.es/es/servicios/efectos-recuperados/index.html
Personal interviniente
En la operación policial, dirigida por el Equipo Territorial de Policía Judicial de la
Benemérita almanseña y el Área de Investigación de esa misma residencia, han
colaborado efectivos del Equipo ROCA de la Guardia Civil de Casas Ibáñez, de la
Unidad Orgánica de Policía Judicial y de la Unidad de Seguridad Ciudadana
(USECIC) de las Comandancias de Albacete y Alicante, así como como del Grupo
de delincuencia especializada de la Policía Nacional de Alicante y Policía Local,
también de Alicante y su Grupo GOIR.
Diligencias instruidas / detenidos
Las diligencias instruidas por la Guardia Civil, junto con los detenidos, han sido
puestas a disposición del Juzgado de Instrucción número DOS de Almansa,
teniendo participación directa distintos Juzgados de las provincias de Alicante,
Murcia y Valencia.
Actualmente, la totalidad de las personas detenidas en la operación “HUMBERT” se
encuentran en prisión.
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