El ajo morado, arquitecto de nuestro plato saludable
26 de julio de 2025. La charla “El ajo morado, ese arquitecto de nuestro plato saludable”, impartida por la nutricionista Judith Jareño y la dietista Beatriz Alarcos, cautivó al público por la claridad y profesionalidad con la que abordaron el papel del ajo morado en la salud.
Una analogía con la arquitectura para explicar su importancia
Desde el inicio, las expertas compararon este pequeño bulbo con la construcción de un edificio, en el que cada nutriente representa un material esencial, posicionando al ajo morado como el arquitecto de una dieta saludable.
Durante esta actividad, parte de la Feria Internacional del Ajo de Las Pedroñeras, se detalló la composición nutricional del ajo morado, destacando su riqueza en vitaminas, minerales y sus múltiples propiedades saludables.
El ajo morado: humildad, sabor y poder curativo
Beatriz Alarcos lo definió como un “alimento muy humilde, pero con gran impacto en la salud y el sabor”. Subrayó que algunos alimentos merecen un lugar especial en nuestra rutina, y el ajo morado es uno de ellos.
También explicó que todo alimento contiene nutrientes como hidratos de carbono, proteínas, grasas, vitaminas y minerales, equiparables a los materiales de construcción de una casa. En esta comparación, el ajo morado fue presentado como un profesional con “licenciatura en aroma intenso y sabor picante”.
Propiedades extraordinarias gracias a la alicina
El ajo morado tiene un “máster en resistencia” y es “experto en magia” por su estructura de dos capas y colores. Además, cuenta con “permiso de conducir doble A”: antiinflamatorio y antibiótico natural, gracias a su componente estrella, la alicina.
La alicina, responsable del característico olor del ajo, posee beneficios científicamente comprobados, pero solo se activa tras manipular el ajo adecuadamente.
Cómo activar sus beneficios saludables
Judith Jareño explicó que para generar alicina es necesario cortar, picar, machacar o masticar el ajo morado. Este proceso rompe las membranas celulares, permitiendo que la enzima alinasa convierta la aliína en alicina en presencia de agua.
La ciencia respalda los usos tradicionales del ajo, atribuyéndole propiedades antibióticas, antiinflamatorias, cardioprotectoras</strong y reguladoras del colesterol LDL y glucosa sanguínea.
Recomendación final
Para aprovechar todos estos beneficios, se recomienda consumir el ajo morado crudo, ya que la alicina es volátil y se degrada al cocinarlo o mantenerlo en calor.
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